REGISTRO DOI: 10.69849/revistaft/pa10202502281602
DÍAS, Inaê Tatiana1; RIBEIRO, Leandro de Souza2; LOZANO, Pamela Danitza3; SILVA, Luana Abra da4; ALVES, Leticia Vendrametto de Castro5; NASCIMENTO, João Felipe Martins do6; MONTEIRO, Stefany Alves da Silva7; COSTA, Icaro Marcos8; SILVA, Larissa de Albano9; COLOMBO, Josiane Silveira10.
Resumen:
O tratamento atualizado da dengue, conforme as diretrizes do Ministério da Saúde, foca na reposição volêmica adequada, com base no estadiamento clínico da doença (grupos A, B, C e D). O tratamento prioriza a identificação precoce dos sinais de alarme, como dor abdominal intensa, vômitos persistentes e sangramento de mucosa. Pacientes do grupo A, sem sinais de alarme, podem ser tratados em casa com hidratação oral e acompanhamento diário. Os grupos B e C, com sinais de alarme e condições clínicas especiais, necessitam de internação e monitoramento rigoroso, incluindo reposição intravenosa de líquidos. A gestão da hidratação leva em consideração a condição clínica e comorbidades, como doenças cardiovasculares e diabetes. No grupo D, pacientes com choque requerem cuidados intensivos e suporte hemodinâmico para estabilização.O protocolo destaca a importância de monitorar parâmetros como hematócrito e plaquetas, além de realizar exames complementares conforme a evolução clínica, incluindo testes laboratoriais para confirmar o diagnóstico. Especial atenção é dada a populações vulneráveis, como idosos e gestantes, que demandam monitoramento constante devido ao risco elevado de desfechos desfavoráveis. Para gestantes, o manejo clínico é individualizado, priorizando a segurança da mãe e do feto.As orientações enfatizam a necessidade de notificação imediata aos órgãos de vigilância em casos confirmados ou suspeitos, visando a prevenção de surtos e a proteção da saúde pública (1).
Palabras Claves: Reemplazo de volumen, Señales de alarma, Monitoreo clínico, Poblaciones vulnerables, Notificación obligatoria
Abstract:
The updated treatment of dengue fever, according to the guidelines of the Ministry of Health, focuses on adequate fluid replacement, based on the clinical staging of the disease (groups A, B, C and D). Treatment prioritizes the early identification of warning signs, such as severe abdominal pain, persistent vomiting and mucosal bleeding. Patients in group A, without warning signs, can be treated at home with oral hydration and daily monitoring. Groups B and C, with warning signs and special clinical conditions, require hospitalization and strict monitoring, including intravenous fluid replacement. Hydration management takes into account the clinical condition and comorbidities, such as cardiovascular disease and diabetes. In group D, patients with shock require intensive care and hemodynamic support for stabilization. The protocol highlights the importance of monitoring parameters such as hematocrit and platelets, in addition to performing complementary exams according to clinical evolution, including laboratory tests to confirm the diagnosis. Special attention is given to vulnerable populations, such as the elderly and pregnant women, who require constant monitoring due to the high risk of unfavorable outcomes. For pregnant women, clinical management is individualized, prioritizing the safety of the mother and fetus. The guidelines emphasize the need for immediate notification to surveillance agencies in confirmed or suspected cases, aiming to prevent outbreaks and protect public health (1).
Keywords: Volume replacement, Red flags, Clinical monitoring, Vulnerable populations, Mandatory reporting
Introducción:
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, sigue siendo una preocupación significativa para la salud pública en Bolivia y en otras regiones tropicales del mundo. A lo largo de los años, las normativas y guías de manejo clínico han evolucionado para proporcionar un enfoque más efectivo en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. El tratamiento del dengue se basa en la gravedad de la infección y en la clasificación de los pacientes según los signos y síntomas presentes, siguiendo las directrices actualizadas del Ministerio de Salud de Bolivia y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS),(1)
El tratamiento del dengue se estructura en torno a su clasificación clínica, que se divide en tres categorías principales: dengue sin signos de alarma, dengue con signos de alarma y dengue grave.Esta clasificación es fundamental para determinar la intervención médica adecuada y la necesidad de hospitalización. En las primeras fases de la enfermedad, es crucial monitorear de cerca a los pacientes para identificar signos de alarma como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes y sangrado de mucosas, ya que estos indican una posible progresión hacia el dengue grave (2).
El tratamiento del dengue mediante el uso de aceites esenciales ha mostrado potencial en estudios recientes, especialmente en la lucha contra el mosquito Aedes aegypti, el principal En el caso del aceite esencial de orégano, su principal compuesto activo, el carvacrol, ha demostrado ser altamente efectivo como larvicida, con la ventaja de ser biodegradable y menos tóxico para organismos no objetivo, en comparación con los insecticidas tradicionales (3).
Los estudios de laboratorio indican que este aceite esencial puede causar el 100% de mortalidad de larvas de Aedes aegypti en menos de uno de los principales desafíos en el uso de aceites esenciales es la volatilidad, que reduce la duración del efecto larvicida en aplicaciones al aire libre. Sin embargo, investigaciones recientes han desarrollado técnicas como la microencapsulación, que permiten prolongar la liberación de los compuestos activos, manteniendo su efectividad por periodos más prolongados. Además, la combinación de aceites esenciales con otras tecnologías farmacéuticas ha permitido la creación de formulaciones más estables y fáciles de aplicar en entornos urbanos (3).
En estudios de campo, el uso de aceites esenciales como el de citronela no solo fue eficaz para eliminar larvas, sino también para disuadir a los mosquitos adultos, lo que podría contribuir a reducir la transmisión del dengue en zonas de alto riesgo (3). Estos aceites representan una seguridad adicional para la salud humana, lo que permite su uso en zonas urbanas sin riesgos asociados a insecticidas sintéticos, que pueden resultar tóxicos para el medio ambiente y a pesar de los avances, es necesario continuar con las investigaciones para mejorar la estabilidad y eficacia de las formulaciones basadas en aceites esenciales. La implementación de estas soluciones a gran escala podría representar una estrategia complementaria o alternativa a los programas de control de vectores en zonas endémicas de dengue, donde el uso excesivo de insecticidas químicos ha generado resistencia en las poblaciones de Aedes aegypti (COI) (3).
En los casos de dengue sin signos de alarma, el tratamiento se realiza de manera ambulatoria. El manejo incluye el control de la fiebre y el dolor utilizando acetaminofén y evitando antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno y la aspirina, que pueden aumentar el riesgo de hemorragia. Además, se enfatiza la importancia de la rehidratación oral con sales rehidratantes orales (SRO) para prevenir la deshidratación. El monitoreo diario es necesario para detectar cualquier signo de alarma que requiera atención hospitalaria inmediata (2).
Cuando un paciente presenta signos de alarma, es necesario ingresar al paciente para observación y tratamiento en un centro de salud con capacidad para administrar líquidos intravenosos. El manejo de líquidos es uno de los componentes más críticos en el tratamiento del dengue, especialmente en la fase crítica, donde puede ocurrir la extravasación de plasma.La rehidratación debe ser cuidadosa y calculada, utilizando soluciones cristaloides isotónicas como lactato de Ringer o solución salina normal, ajustando las dosis según la respuesta clínica del paciente y su estado hemodinámico (1).
En el caso de dengue grave, el tratamiento se centra en estabilizar al paciente y prevenir complicaciones graves como el choque hipovolémico. Los pacientes con extravasación severa de plasma, sangrado masivo o disfunción orgánica requieren un manejo intensivo en unidades de cuidados críticos, donde se puede monitorear su estado en tiempo real y ajustar el tratamiento según sea necesario. En estas unidades, se prioriza la estabilización hemodinámica con líquidos intravenosos administrados en bolos controlados y se utilizan inotrópicos si es necesario para mantener la presión arterial y la perfusión tisular(1).
Las normativas también contemplan recomendaciones específicas para el manejo del dengue en pacientes con condiciones especiales, como mujeres embarazadas, niños y personas con comorbilidades como diabetes o hipertensión. En mujeres embarazadas, el manejo del dengue debe ser cuidadoso, evitando intervenciones que puedan inducir complicaciones obstétricas innecesarias. Se recomienda el monitoreo fetal continuo y la administración controlada de líquidos para evitar la hipervolemia y el choque (1).
En pacientes con comorbilidades como diabetes, se debe ajustar el tratamiento para evitar la hiperglucemia o hipoglucemia severas. La administración de líquidos en estos pacientes debe ser precisa para evitar complicaciones como edema pulmonar o insuficiencia cardíaca congestiva, especialmente en aquellos con insuficiencia renal o problemas cardiovasculares preexistentes (1).
En casos de dengue grave, las complicaciones hemorrágicas son comunes y requieren intervención inmediata. El uso de transfusiones de plaquetas y plasma fresco congelado puede ser necesario en pacientes con hemorragias significativas o en aquellos que no responden a la reanimación con líquidos(459-Normas-diagnostico-…). Además, se han actualizado las guías para incluir la monitorización continua de parámetros como el hematocrito, el recuento de plaquetas y los niveles de enzimas hepáticas para ajustar el tratamiento en tiempo real y evitar complicaciones como el choque prolongado, la disfunción multiorgánica y las coagulopatías (1).
El éxito del tratamiento del dengue en Bolivia también depende de la capacitación continua del personal de salud y de la disponibilidad de recursos adecuados en los establecimientos sanitarios. Las normativas del Ministerio de Salud hacen hincapié en la necesidad de formar a médicos y enfermeros en la identificación temprana de los signos de alarma y en el manejo efectivo de líquidos. Además, se recomienda la disponibilidad de equipos y medicamentos esenciales, como tensiómetros adecuados, soluciones intravenosas, y kits de diagnóstico para realizar pruebas rápidas y asegurar una atención oportuna (2).
Métodos y Materiales:
La presente investigación se desarrolló con el objetivo de analizar y actualizar el manejo clínico del dengue basado en estudios y protocolos recientes, revisando las guías y recomendaciones publicadas en los últimos seis años por organismos nacionales e internacionales de salud.
El enfoque se centró en el tratamiento, diagnóstico diferencial y manejo de casos críticos, así como en las especificidades de atención para poblaciones vulnerables, tales como adultos mayores, gestantes y pacientes con comorbilidades. La investigación se clasifica como un estudio descriptivo de revisión bibliográfica, con un enfoque exploratorio y analítico. Se realizaron consultas en bases de datos especializadas, como PubMed, Scielo y BVS, y se incluyeron artículos científicos, guías clínicas y documentos técnicos emitidos por organizaciones de referencia, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Ministerios de Salud de países endémicos. Las fuentes utilizadas fueron documentos publicados entre 2018 y 2024, con prioridad para aquellos que presentaran evidencia científica robusta y actualizaciones relevantes sobre el manejo del dengue. Las publicaciones incluidas debían cumplir con estándares de calidad, como revisiones por pares y acreditación por instituciones de prestigio.
Los criterios de inclusión consideraron estudios que abordaran el manejo clínico del dengue en diferentes niveles de atención, así como investigaciones que discutieran el tratamiento en casos con complicaciones. Se excluyeron artículos que no presentaran datos actualizados, estudios de casos aislados o informes sin base científica sólida. Además, solo se consideraron publicaciones en español, inglés o portugués.
El período considerado abarcó investigaciones y publicaciones desde 2019 hasta 2024, permitiendo una evaluación precisa y contextualizada de las recomendaciones vigentes sobre el manejo clínico del dengue en los últimos seis años.
• Discusión.
El tratamiento alternativo de la infección por el virus del dengue ha sido un campo de interés creciente, especialmente en el ámbito de la fitoterapia. Dado que los métodos convencionales suelen enfocarse en aliviar síntomas sin atacar directamente el virus, el uso de plantas medicinales se presenta como una opción terapéutica prometedora, sobre todo en regiones donde el acceso a tratamientos médicos es limitado.(1)
Importancia de la Fitoterapia en el Tratamiento de la Dengue
La fitoterapia, que combina el conocimiento ancestral de plantas con métodos modernos de investigación, ha sido considerada como una opción complementaria en el tratamiento de la dengue. El uso de plantas medicinales tiene una larga historia en la humanidad y ha sido una forma efectiva de tratar diversas enfermedades, incluidas las arbovirosis como la dengue. Los compuestos presentes en algunas plantas han demostrado tener propiedades antivirales, analgésicas y antipiréticas, que pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor asociado con la infección por el virus del dengue(2).
Uso de Plantas Medicinales en el Tratamiento del Dengue
La fitoterapia, que combina conocimientos tradicionales con avances científicos, permite explorar el potencial de diversas plantas que han sido usadas históricamente para tratar enfermedades virales. Algunas de estas plantas han demostrado propiedades antivirales, antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas, lo que las hace útiles para aliviar los síntomas de la fiebre del dengue, como fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, y malestar general (3).
Cissampelos pareira: conocida por sus propiedades antivirales y antiinflamatorias, ha sido una de las plantas estudiadas en el contexto del dengue. Según investigaciones, sus extractos pueden ayudar a reducir la carga viral al interferir con la replicación del virus en las células infectadas(4). Otro ejemplo es Corymbia citriodora: que posee efectos antiespasmódicos y antipiréticos, proporcionando alivio de los síntomas comunes asociados con el dengue(5).
Fitoterapia como Enfoque Terapéutico
Más allá de la prevención, la fitoterapia también puede contribuir al tratamiento sintomático de la dengue. Plantas como Cissampelos pareira han mostrado potenciales efectos antivirales, mientras que otras especies, como el jengibre y la cúrcuma, son conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la fiebre y el dolor articular, síntomas comunes de la infección por dengue(5).
La creciente resistencia de A. aegypti a los insecticidas convencionales y la necesidad de opciones más sostenibles han impulsado la investigación en métodos alternativos para combatir la dengue. Los aceites esenciales y las plantas medicinales ofrecen soluciones prometedoras tanto para la prevención como para el tratamiento sintomático de esta enfermedad. Estudios adicionales y ensayos clínicos son necesarios para validar la efectividad y seguridad de estos métodos en contextos diversos, pero los resultados hasta ahora sugieren que la fitoterapia puede ser una herramienta valiosa en la lucha contra la dengue(4)
La dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que representa una importante amenaza para la salud pública, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. La enfermedad se caracteriza por la aparición de fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares severos, erupciones cutáneas y, en algunos casos, complicaciones hemorrágicas que pueden poner en riesgo la vida del paciente. A pesar de que el tratamiento convencional se centra en el manejo de los síntomas, han surgido diversas alternativas basadas en plantas medicinales y aceites esenciales que ofrecen enfoques complementarios para el control de la enfermedad y el manejo de sus síntomas (5).
Estudios Científicos y Evidencia
Un estudio realizado en la ciudad de Timbaúba, Pernambuco, Brasil, evaluó la efectividad de plantas medicinales en el manejo de los síntomas de enfermedades arbovirales como el dengue, Zika y Chikungunya. La investigación se centró en la percepción de mejora por parte de los pacientes que emplearon fitoterapia durante su tratamiento. Los resultados indicaron que una proporción significativa de pacientes reportó alivio de síntomas al usar plantas medicinales como complementos terapéuticos(3).
Lycopersicon hirsutum Dunal: es otro ejemplo de planta con propiedades reconocidas. Esta planta se ha utilizado en el control de la fiebre y el dolor, síntomas prevalentes en las infecciones por dengue. Los componentes bioactivos presentes en sus hojas y frutos actúan como agentes que alivian el dolor y reducen la fiebre(2).
Ventajas del Uso de Fitoterapia
Las plantas medicinales no solo aportan beneficios terapéuticos, sino que representan una opción accesible y económica para comunidades que pueden no tener acceso inmediato a tratamientos farmacológicos tradicionales. Además, el bajo costo de estos tratamientos hace que sean una alternativa viable, especialmente en países con sistemas de salud pública sobrecargados(2).
Las investigaciones han demostrado que el uso controlado de plantas medicinales, bajo la supervisión de profesionales, puede ser una forma eficaz de tratar síntomas sin los efectos secundarios comúnmente asociados a los medicamentos convencionales. Por ejemplo, la Cissampelos pareira ha sido estudiada por su capacidad para modular la respuesta inmune y disminuir la inflamación, lo que ayuda a manejar los síntomas sin causar daño a otros sistemas del cuerpo(1).
Desafíos y Consideraciones Éticas
A pesar de los beneficios potenciales, el uso de plantas medicinales para tratar el dengue no está exento de desafíos. Uno de los principales problemas es la falta de estandarización en la dosificación y la variabilidad en la composición de los extractos vegetales. Esto puede resultar en diferencias significativas en la efectividad del tratamiento. Además, la automedicación sin la supervisión adecuada puede llevar a efectos adversos, especialmente si las plantas se usan en combinación con medicamentos farmacológicos (4).
Es esencial promover la educación sobre el uso responsable de las plantas medicinales y la necesidad de realizar estudios clínicos para establecer la seguridad y la eficacia de estos tratamientos alternativos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de investigar y validar científicamente las propiedades de las plantas medicinales para garantizar que su uso sea seguro y beneficioso(5).
Eficacia y Seguridad de la Fitoterapia
A pesar de las pruebas anecdóticas y el conocimiento tradicional, la adopción de plantas medicinales para tratar la dengue debe ser evaluada cuidadosamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la necesidad de investigar las plantas utilizadas para fines medicinales para garantizar su seguridad y eficacia(plantas fitoterapicas). Estudios recientes han demostrado que, si bien muchas plantas tienen propiedades terapéuticas prometedoras, es fundamental que se realicen ensayos clínicos adecuados para validar estos hallazgos (6).
Por ejemplo, el trabajo de Carvalho (2021) en la Universidade Federal da Paraíba evaluó la efectividad de varias plantas medicinales en el tratamiento de los síntomas del dengue, Zika y Chikungunya en pacientes de la región nordeste de Brasil. Los resultados preliminares sugieren que los pacientes que utilizaron estas terapias experimentaron una mejora en los síntomas sin presentar efectos secundarios significativos(7). Este enfoque ofrece una opción accesible y de bajo costo, especialmente en comunidades donde los recursos para tratamientos convencionales son limitados (8).
Aceites Esenciales
Los aceites esenciales representan otra vía importante en el manejo alternativo de la dengue. Derivados de plantas, estos aceites contienen compuestos bioactivos con propiedades larvicidas y repelentes. Por ejemplo, un estudio mostró que el aceite esencial de Croton rudolphianus tiene un impacto significativo en la mortalidad de larvas de Aedes aegypti, con un efecto larvicida que alcanza hasta el 100% en pruebas de laboratorio(2021_RaquelLimaeSilva (…)(oleo essencial). Además, aceites como los extraídos de Vanillosmopsis arborea han demostrado actividad larvicida eficiente, presentando valores de CL50 de 15,9 mg/ml(larvicida).
Otro estudio resaltó que los aceites de Blepharocalyx salicifolius y Eugenia dysenterica no solo actúan como larvicidas, sino que también ofrecen propiedades repelentes. Esto se debe a sus compuestos volátiles que interfieren con la capacidad del mosquito para detectar sus fuentes de alimento, disminuyendo así la incidencia de picaduras(6).
Los aceites esenciales, que son extractos concentrados obtenidos de plantas, contienen compuestos bioactivos que han mostrado actividad larvicida, repelente y en algunos casos, propiedades antivirales. Algunas de las investigaciones más relevantes en este ámbito incluyen:
- Aceite esencial de Croton rudolphianus: Se ha demostrado que este aceite tiene un potente efecto larvicida contra Aedes aegypti, logrando una mortalidad del 100% en pruebas de laboratorio. Este hallazgo sugiere que puede ser utilizado para desarrollar formulaciones de insecticidas naturales que ayuden a controlar la población de mosquitos en áreas endémicas sin causar el daño ambiental asociado a los productos químicos convencionales(9).
- Vanillosmopsis arborea: Con un alto efecto larvicida, este aceite ha sido identificado como uno de los más eficaces para el control de larvas de Aedes aegypti, con una concentración baja requerida para obtener resultados significativos, lo que lo convierte en una opción viable para el control biológico de vectores(7).
- Aceites esenciales de Eugenia dysenterica y Blepharocalyx salicifolius: Además de ser larvicidas, estos aceites también funcionan como repelentes efectivos. Actúan interfiriendo con la capacidad del mosquito para localizar sus fuentes de alimento, reduciendo así la incidencia de picaduras y, por ende, la transmisión del virus del dengue(9).
Tratamiento Convencional
El tratamiento de la dengue es principalmente sintomático, ya que no existe un antiviral específico aprobado para combatir el virus. Las medidas terapéuticas estándar incluyen:
- Hidratación intensiva: La deshidratación es una de las principales preocupaciones en el manejo de la dengue, ya que la fiebre alta y la fuga de líquidos hacia los tejidos pueden llevar a una deshidratación severa e incluso al shock. Por esta razón, la hidratación constante mediante soluciones orales y, en casos graves, la administración intravenosa de líquidos es fundamental para prevenir complicaciones. Estudios han demostrado que la rehidratación temprana puede reducir significativamente las tasas de mortalidad en pacientes con dengue grave (6).
- Manejo del dolor y la fiebre: El paracetamol es el medicamento de elección para aliviar el dolor y controlar la fiebre. Sin embargo, se recomienda evitar el uso de aspirina y otros AINEs debido al riesgo de hemorragias, una complicación que puede agravar la condición de los pacientes con dengue. Es importante destacar que los pacientes deben recibir atención médica continua para monitorear el progreso de la enfermedad y evitar complicaciones potenciales(3).
- Monitoreo de signos de alarma: Los pacientes con formas graves de la enfermedad, como el dengue hemorrágico o el síndrome de shock por dengue, requieren hospitalización para un monitoreo cercano de los signos vitales, el equilibrio de líquidos y la función renal. El manejo oportuno de las complicaciones puede ser la diferencia entre la vida y la muerte en casos severos(1).
Alternativas Fitoterapéuticas y Uso de Aceites Esenciales
En respuesta a las limitaciones del tratamiento convencional, especialmente en términos de la falta de agentes antivirales y la creciente resistencia del Aedes aegypti a los insecticidas químicos, se han desarrollado tratamientos alternativos que incluyen el uso de plantas medicinales y aceites esenciales. Estos métodos se han investigado tanto para el alivio sintomático como para el control del vector, y ofrecen soluciones potencialmente más sostenibles y menos tóxicas para el medio ambiente.
Fitoterapia: Plantas Medicinales
La fitoterapia utiliza extractos de plantas con propiedades medicinales para tratar diversas enfermedades, y ha demostrado ser eficaz en el manejo de algunos síntomas de la dengue. Algunas plantas que se han investigado para este propósito incluyen:
- Cissampelos pareira: Estudios preliminares sugieren que esta planta puede tener propiedades antivirales que ayudan a inhibir la replicación del virus del dengue, además de sus efectos antiinflamatorios y analgésicos que ayudan a aliviar los síntomas(3)(5).
- Jengibre y cúrcuma: Conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, el jengibre y la cúrcuma se han utilizado en la medicina tradicional para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Estas plantas pueden ser útiles para los pacientes con dengue que experimentan dolores articulares y musculares severos (2).
- Plantas aromáticas como la albahaca y la citronela: Estas plantas no solo se utilizan por sus propiedades medicinales sino también como repelentes naturales. Se ha comprobado que el aroma que emiten tiene la capacidad de repeler mosquitos, reduciendo así la exposición al Aedes aegypti en áreas endémicas(1).
Recomendaciones Integrales para el Manejo de la Dengue
Una estrategia integral para el manejo de la dengue debe incluir tanto tratamientos convencionales como métodos alternativos basados en plantas medicinales y aceites esenciales. Algunas recomendaciones clave incluyen:
- Implementación de prácticas preventivas naturales: La siembra de plantas como la albahaca, la citronela y la crotalaria en jardines y áreas residenciales puede contribuir a repeler los mosquitos de manera natural, reduciendo así la necesidad de insecticidas químicos(5).
- Uso de aceites esenciales como repelentes personales: Aplicar aceites esenciales diluidos, como el de Croton rudolphianus y Vanillosmopsis arborea, en la piel o en el entorno doméstico puede proporcionar una capa adicional de protección contra las picaduras de mosquitos(2021_RaquelLimaeSilva (6).
- Educación comunitaria: Es esencial educar a la población sobre las medidas preventivas para el control de la dengue, incluyendo la eliminación de criaderos de mosquitos y el uso de soluciones alternativas como los aceites esenciales y las plantas aromáticas(3)
Conclusión:
La lucha contra la dengue sigue siendo un desafío global, especialmente en regiones donde el Aedes aegypti encuentra condiciones ideales para su reproducción. Si bien las estrategias convencionales, como el uso de insecticidas químicos, han mostrado cierta eficacia en el control de la población de mosquitos, la creciente resistencia del vector y las preocupaciones ambientales han impulsado la búsqueda de soluciones más sostenibles y seguras. En este contexto, el tratamiento alternativo basado en el uso de aceites esenciales y plantas fitoterapéuticas se presenta como una opción prometedora y viable.
El uso de plantas medicinales para el control del vector y el alivio de los síntomas de la dengue no es una práctica nueva. Durante siglos, las comunidades locales han confiado en el poder de las plantas para tratar diversas enfermedades infecciosas. Actualmente, los avances científicos han permitido identificar y validar las propiedades bioactivas de muchas especies vegetales, destacando su potencial en el manejo de la dengue. Plantas como la albahaca, el citronelo, el eucalipto y el jengibre han demostrado ser útiles no solo como agentes repelentes, sino también en la reducción de síntomas asociados a la infección, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antivirales.
Los aceites esenciales, por otro lado, ofrecen una concentración más potente de compuestos activos que pueden utilizarse tanto para el control del mosquito como para la mejora del bienestar del paciente infectado. Extractos de aceites como el de Croton rudolphianus y Vanillosmopsis arborea han mostrado propiedades larvicidas efectivas, logrando una alta tasa de mortalidad en larvas de Aedes aegypti sin los efectos nocivos asociados a los químicos tradicionales. Esta característica hace que los aceites esenciales sean especialmente atractivos para la formulación de productos de control de plagas que sean seguros para el medio ambiente y las personas.
Una de las mayores ventajas del uso de aceites esenciales y plantas medicinales es su capacidad para ser implementados a nivel comunitario. El cultivo de plantas repelentes alrededor de viviendas y la aplicación tópica de aceites esenciales diluidos son prácticas accesibles que pueden ayudar a reducir la incidencia de picaduras de mosquito y, por ende, la transmisión del virus. Además, estas soluciones no requieren una infraestructura compleja ni grandes inversiones económicas, lo que las hace especialmente útiles en regiones de recursos limitados donde la dengue es endémica.
Aunque los tratamientos alternativos no sustituyen la atención médica convencional, pueden complementar significativamente las estrategias existentes. Por ejemplo, el uso de aceites esenciales para el control del mosquito puede reducir la dependencia de insecticidas químicos, mientras que las infusiones de plantas medicinales pueden ofrecer un alivio sintomático que mejore la calidad de vida de los pacientes durante el período de recuperación. Esta integración de métodos alternativos y convencionales puede fortalecer las campañas de prevención y tratamiento de la dengue, reduciendo no solo la incidencia de la enfermedad, sino también la gravedad de los brotes.
El enfoque alternativo también abre la puerta a la innovación científica en el desarrollo de productos más naturales y sostenibles. A medida que se amplíen los estudios sobre la eficacia de los aceites esenciales y las plantas fitoterapéuticas, es probable que se descubran nuevas combinaciones y métodos de aplicación que optimicen su efectividad. La investigación continua es esencial para comprender mejor los mecanismos de acción de estos productos naturales, así como para identificar cualquier posible efecto secundario que pueda surgir de su uso prolongado o en combinación con otros tratamientos.
En conclusión, los aceites esenciales y las plantas fitoterapéuticas representan una herramienta valiosa en el manejo alternativo de la dengue. Su eficacia en la reducción de la población de mosquitos y el alivio de los síntomas ha sido respaldada por estudios científicos que resaltan su potencial como soluciones complementarias y sostenibles. Además, su implementación sencilla y accesible los convierte en una opción ideal para regiones donde la lucha contra la dengue requiere métodos prácticos y económicos. A medida que el interés por las alternativas naturales continúa creciendo, es fundamental seguir apoyando la investigación en este campo para ofrecer soluciones que no solo sean efectivas, sino también seguras y respetuosas con el medio ambiente. La combinación de conocimientos tradicionales con avances modernos en fitoterapia y aromaterapia ofrece una vía prometedora para abordar uno de los desafíos de salud más persistentes de nuestra era.
Recomendaciones:
La dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, y se ha convertido en un problema de salud pública significativo en muchas regiones tropicales y subtropicales del mundo. Los síntomas de la dengue incluyen fiebre alta, dolor articular y muscular, dolor detrás de los ojos, erupciones cutáneas, y en casos graves, hemorragias y shock. Si bien el tratamiento convencional se centra en el manejo de los síntomas, han surgido enfoques alternativos que incluyen el uso de plantas medicinales y aceites esenciales, que ofrecen soluciones adicionales para mitigar la propagación de la enfermedad y sus síntomas, conforme el protocolo de manejo 2024 (1):
Tratamiento Convencional
El tratamiento convencional de la dengue se basa principalmente en el manejo de los síntomas. Dado que no existe un medicamento antiviral específico aprobado para el tratamiento de la infección por dengue, las intervenciones se centran en proporcionar alivio a los síntomas y prevenir complicaciones graves. Las recomendaciones habituales incluyen:
- Hidratación adecuada: Uno de los aspectos más críticos en el tratamiento de la dengue es la hidratación constante. Los pacientes son propensos a la deshidratación debido a la fiebre alta y al riesgo de fuga capilar, que puede llevar a la deshidratación severa y al shock. Se recomienda el uso de soluciones orales de rehidratación y, en casos graves, la administración de líquidos por vía intravenosa(1).
- Antipiréticos y analgésicos: Para el manejo de la fiebre y el dolor, se utilizan medicamentos como el paracetamol. El uso de aspirina y otros antiinflamatorios no esteroides (AINEs) está contraindicado, ya que pueden aumentar el riesgo de hemorragias, una complicación frecuente de la fiebre del dengue(1).
- Monitoreo constante: En casos graves de dengue, especialmente cuando se sospecha de fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de shock por dengue, es fundamental un monitoreo constante de los signos vitales, el volumen de líquidos y el equilibrio electrolítico del paciente para evitar complicaciones potencialmente mortales(1).
Enfoques Alternativos: Fitoterapia y Aceites Esenciales
Debido a las limitaciones del tratamiento convencional, como la falta de agentes antivirales específicos y la creciente resistencia de Aedes aegypti a los insecticidas químicos, han surgido tratamientos alternativos que aprovechan las propiedades naturales de las plantas medicinales y los aceites esenciales. Estos métodos no solo ofrecen opciones para el control del vector sino que también pueden proporcionar alivio sintomático.
Fitoterapia
La fitoterapia utiliza extractos de plantas para tratar síntomas específicos y mejorar la salud general del paciente. Varias plantas medicinales se han investigado por sus propiedades antivirales, antiinflamatorias y analgésicas, que pueden ayudar a manejar los síntomas de la dengue. Algunas de las plantas más estudiadas incluyen:
- Cissampelos pareira: Conocida por sus propiedades antivirales, esta planta ha sido utilizada en sistemas de medicina tradicional para tratar enfermedades virales. Investigaciones han demostrado que los extractos de esta planta pueden tener efectos que ayudan a inhibir la replicación viral, aunque se necesitan más estudios clínicos para confirmar su eficacia en humanos(4).
- Jengibre (Zingiber officinale) y cúrcuma (Curcuma longa): Estas plantas se utilizan comúnmente por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que pueden ser útiles para reducir el dolor articular y la inflamación, síntomas comunes en pacientes con dengue(4).
- Albahaca y citronela: Estas plantas no solo ayudan a repeler mosquitos sino que también tienen propiedades calmantes y se pueden usar en infusiones para aliviar algunos síntomas leves de la infección(5).
Aceites Esenciales
Los aceites esenciales derivados de plantas ofrecen una serie de propiedades que pueden ser aprovechadas tanto para el control del vector como para el alivio de los síntomas. Algunos de los aceites esenciales más prometedores incluyen:
- Aceite esencial de Croton rudolphianus: Estudios han demostrado que este aceite tiene un efecto larvicida potente contra Aedes aegypti, lo que lo convierte en un candidato viable para el desarrollo de productos repelentes y de control de larvas. En ensayos de laboratorio, se observó una mortalidad larvicida del 100% cuando se aplicaron ciertas concentraciones del aceite, lo que sugiere su efectividad para reducir la población de mosquitos en áreas endémicas(6).
- Vanillosmopsis arborea: Este aceite ha mostrado una alta actividad larvicida, con valores de CL50 bajos, lo que indica que se necesita una menor concentración para lograr un efecto significativo en la mortalidad de las larvas de mosquito. Su uso puede contribuir significativamente al control biológico de vectores en combinación con otros métodos(6).
- Eugenia dysenterica y Blepharocalyx salicifolius: Además de sus efectos larvicidas, estos aceites esenciales tienen propiedades repelentes que reducen la interacción entre los mosquitos y los seres humanos, disminuyendo así las tasas de transmisión de la enfermedad. Estos aceites actúan al interferir con la capacidad del mosquito para detectar señales químicas en el ambiente, lo que les impide localizar a sus víctimas humanas(7).
Recomendaciones Integrales para el Manejo de la Dengue
La integración de tratamientos convencionales y alternativas basadas en plantas medicinales y aceites esenciales puede ofrecer un enfoque más completo para manejar la dengue. A continuación se presentan algunas recomendaciones:
- Uso de repelentes naturales: Plantar especies como albahaca, citronela y crotalaria en jardines y áreas residenciales puede ayudar a repeler mosquitos de manera natural. Además, la aplicación de aceites esenciales diluidos como Croton rudolphianus y Vanillosmopsis arborea en la piel puede proporcionar protección adicional contra las picaduras de mosquito (6).
- Suplementación con fitoterapia: La inclusión de infusiones de plantas como jengibre, cúrcuma y hierbas antivirales puede ser beneficiosa para aliviar síntomas menores y mejorar el bienestar general del paciente. Aunque estos métodos no sustituyen el tratamiento médico convencional, pueden complementar las estrategias de manejo actuales(7).
- Educación y monitoreo: Es fundamental educar a las comunidades sobre la importancia del control del vector y las medidas preventivas, como eliminar los criaderos de mosquitos y usar mosquiteros impregnados con aceites esenciales. Asimismo, se deben seguir monitoreando y evaluando estos métodos para garantizar su seguridad y eficacia a largo plazo(8).
Referencias
1. Ministério da Saúde. Manejo clínico do dengue. 3ª ed. Brasília: Ministério da Saúde; 2024.
2. Ministério de Saúde do Estado Plurinacional da Bolívia. Normas de diagnóstico y manejo clínico del dengue. La Paz: Ministério de Saúde; 2018.
3. Carvalho, B. A. D. (2021). Utilização de plantas medicinais no tratamento dos sintomas provocados pelas viroses: Dengue, Zika e Chikungunya.
4. ALVES, João Armando. Práticas integrativas e complementares em saúde na prevenção, controle e tratamento das arboviroses Dengue, Zika e Chikungunya: uma sistematização qualitativa, Brasil 2019. 2020. disponible en : http://www.realp.unb.br/jspui/bitstream/10482/39724/1/2020_Jo%c3%a3oArmandoAlves.pd f
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