REGISTRO DOI: 10.69849/revistaft/ra10202506091802
Guachalla Siles Ana Alejandra1; Cosme Quispe Karen2; Marca Cusiquispe Mileny Anai3; Mendoza Yapuchura Miguel Angel4; Quiroz Aguilar Aracely5; Ríos Mamani Gustavo Ariel6; Torrico Tarqui Ximena Octavia7; Aldo Ruben Ayala Ala8
Resumen
El sobrepeso infantil constituye un problema de salud pública global que afecta el bienestar de los niños y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas en la adultez; en este marco, se desarrolló una intervención educativa en el colegio “Abel Iturralde” dirigida a estudiantes de cuarto y quinto de primaria con el objetivo de mejorar sus conocimientos y prácticas sobre alimentación saludable, actividad física e hidratación. Se empleó un diseño experimental, descriptivo y longitudinal de corto plazo con enfoque mixto, que incluyó encuestas diagnósticas aplicadas en tres momentos, talleres participativos y evaluaciones antropométricas para medir el impacto de la intervención. La muestra seleccionada estuvo compuesta por 48 estudiantes con mayor prevalencia de sobrepeso u obesidad, que representaba el 55% de la población estudiada. Los resultados indicaron un aumento significativo en el conocimiento: el 96% reconoció la importancia del consumo diario de frutas y verduras, el 100% comprendió la necesidad del ejercicio físico para la salud, y el 91% manifestó intención de mejorar sus hábitos alimenticios; además, el 95% rechazó el consumo habitual de comida rápida y el 100% entendió los riesgos del exceso de golosinas. Estos hallazgos evidencian el impacto positivo de las estrategias educativas, aunque también señalan que el conocimiento adquirido no siempre se traduce en cambios conductuales duraderos, lo que sugiere la necesidad de intervenciones continuas y complementarias para consolidar hábitos saludables en la infancia.
Palabras claves
Sobrepeso infantil, intervención educativa, hábitos saludables.
Introducción
La obesidad y el sobrepeso infantil constituyen un desafío creciente para la salud pública mundial, debido a sus efectos metabólicos, cardiovasculares y psicológicos, los cuales pueden persistir hasta la vida adulta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022), en las últimas décadas se ha observado un aumento significativo en la prevalencia de obesidad entre niños y adolescentes, atribuible a múltiples factores, como una alimentación poco saludable, el sedentarismo y la falta de educación nutricional, especialmente en el entorno escolar.
Diversos estudios han señalado que el ambiente escolar representa una oportunidad clave para intervenciones preventivas eficaces (Silva & Torres, 2020). Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de algunos gobiernos, aún existen brechas en la implementación de políticas sostenidas dentro de las instituciones educativas. Por ejemplo, muchas escuelas no cuentan con programas estructurados de educación alimentaria ni con infraestructura adecuada que fomente la actividad física regular (Lima, 2019).
La presente investigación se justifica por la necesidad urgente de identificar estrategias eficaces que contribuyan a frenar la progresión del sobrepeso y obesidad en edades tempranas. Comprender qué intervenciones han mostrado mayor efectividad en el ámbito escolar permitirá orientar futuras políticas públicas y esfuerzos institucionales, con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar infantil. Además, resulta relevante articular estos esfuerzos con el entorno familiar, que desempeña un rol fundamental en los hábitos alimentarios y de actividad física de los niños.
Por lo tanto, este artículo tiene como objetivo analizar las estrategias basadas en evidencia que se implementan en el ámbito escolar para prevenir el sobrepeso y la obesidad en niños de 6 a 16 años, considerando tanto políticas públicas como iniciativas escolares y el rol complementario del entorno familiar.
Definición de la Obesidad y Sobrepeso en Niños Según la OMS y la OPS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad y el sobrepeso como un aumento excesivo de tejido adiposo en el cuerpo, lo cual puede desencadenar problemas de salud importantes. Para evaluar el aumento de peso y detectar la obesidad en la población, se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), un método estándar que es aplicable sin distinción de sexo o edad. Sin embargo, es importante señalar que el IMC es una estimación general y no siempre refleja con precisión el estado real de salud de una persona, por lo que se recomienda usarlo junto con otras evaluaciones físicas y médicas para obtener un diagnóstico más completo.
En el caso de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años, el sobrepeso se considera cuando el IMC está por encima de los valores esperados para su edad y sexo, siguiendo las tablas de referencia de crecimiento de la OMS.(1)
Por otro lado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también considera que el sobrepeso y la obesidad se caracterizan por un aumento excesivo de la grasa corporal, y establece el IMC como la principal herramienta para su evaluación, sobre todo en adultos. Según esta organización, se clasifica como obesidad un IMC igual o superior a 30, y como sobrepeso un IMC entre 25 y 29.9. Estas condiciones representan un desafío importante para la salud pública, debido a su estrecha relación con enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, problemas cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
En niños, la OPS utiliza el IMC ajustado por edad y sexo para clasificar el exceso de peso: un niño se considera con sobrepeso si su IMC está por encima del percentil 85 y con obesidad si supera el percentil 95 para su grupo de edad y sexo.
El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros al cuadrado (kg/m²), y permite clasificar a las personas en categorías como bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad. Un IMC igual o superior a 30 indica obesidad, una condición que conlleva riesgos serios para la salud.
Más allá del simple aumento de grasa corporal, la obesidad implica un estado metabólico complejo. Este incluye inflamación crónica de bajo grado, resistencia a la insulina, desequilibrios hormonales y problemas cardiovasculares. Estos procesos afectan tanto la salud física como mental, elevando el riesgo de padecer diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias, apnea del sueño, osteoartritis y ciertos tipos de cáncer.(2)
Además, la obesidad se clasifica clínicamente en diferentes grados: grado I (IMC 30-34.9), grado II (35-39.9) y grado III o mórbida (IMC ≥40), con un aumento progresivo en el riesgo de complicaciones y mortalidad. También existen diferentes tipos, como la obesidad sarcopénica (exceso de grasa con pérdida muscular) y la obesidad visceral, que está especialmente vinculada a riesgos cardiovasculares elevados.
Este problema ha alcanzado niveles epidémicos tanto en países desarrollados como en economías emergentes, siendo reconocido por la OMS como uno de los principales desafíos de salud pública del siglo XXI. La obesidad afecta no solo a adultos, sino también a niños y jóvenes, debido a cambios en la alimentación (alta en calorías), disminución de la actividad física, urbanización acelerada y la influencia constante de la publicidad de alimentos procesados.(3)
Las consecuencias de la obesidad pueden manifestarse en el corto y largo plazo. A corto plazo, las personas pueden experimentar limitaciones funcionales, fatiga y una reducción en la calidad de vida. A largo plazo, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y reduce la esperanza de vida. Por ello, es fundamental identificar de manera temprana, monitorear regularmente el IMC y aplicar estrategias integrales de prevención y tratamiento.
Finalmente, la obesidad debe ser entendida como un problema multifactorial que requiere un abordaje integral, incluyendo educación en salud, políticas públicas que regulen la alimentación, acceso adecuado a servicios de salud, promoción de la actividad física y apoyo psicológico. El papel de los profesionales de la salud es fundamental para orientar a las personas, prevenir complicaciones y fomentar ambientes que favorezcan un peso saludable.(4)
Factores Predisponentes a una Malnutrición en Niños
Los niños se encuentran en una etapa especialmente vulnerable a la malnutrición, entendida tanto como desnutrición como obesidad, debido a múltiples factores que limitan su acceso a una alimentación adecuada y afectan su capacidad para aprovechar correctamente los nutrientes. Entre los principales factores que predisponen a la malnutrición infantil se encuentran:
● Pobreza y desigualdad social: La carencia de recursos económicos limita la adquisición de alimentos nutritivos y de calidad. Según la FAO (FAO 2023), los niños que viven en hogares en situación de pobreza tienen hasta 3 veces más riesgo de padecer desnutrición crónica comparados con aquellos de contextos económicos favorables.
● Limitado acceso a servicios de salud: La falta de atención médica oportuna impide la detección y tratamiento de trastornos nutricionales o enfermedades asociadas. En América Latina, estudios del BID muestran que los niños con bajo acceso a atención primaria tienen una prevalencia de desnutrición crónica un 40% mayor que los que reciben controles regulares. (BID 2022)
● Prácticas alimentarias inadecuadas: La introducción tardía o incorrecta de alimentos complementarios, así como dietas pobres en micronutrientes, afecta la nutrición infantil. Un estudio de UNICEF evidenció que el 45% de los niños entre 6 y 23 meses no reciben una dieta mínimamente adecuada. (UNICEF 2021)
● Presencia de enfermedades infecciosas o gastrointestinales: Infecciones frecuentes como diarreas o parasitosis comprometen la absorción de nutrientes, generando desnutrición secundaria. La OMS estima que hasta el 25% de los casos de desnutrición infantil están relacionados con enfermedades infecciosas. (OMS 2021)
● Déficit de educación nutricional en cuidadores: La falta de conocimientos sobre alimentación balanceada puede llevar a decisiones inadecuadas en la preparación de los alimentos. En comunidades rurales de Bolivia, por ejemplo, estudios han mostrado que madres con educación nutricional reducen en un 30% el riesgo de desnutrición en sus hijos. (Fundación contra el Hambre 202)
● Ambiente familiar y social desfavorable: Factores como violencia intrafamiliar, abandono, o negligencia reducen la capacidad de respuesta adecuada a las necesidades nutricionales del niño.
● Eventos agudos o crisis humanitarias: Situaciones como pandemias, desplazamientos, guerras o desastres naturales incrementan de forma dramática el riesgo de malnutrición. En contextos de emergencia, la prevalencia de emaciación puede superar el 15%, lo que se considera una emergencia nutricional según la ONU. (ONU 2023)
Es fundamental implementar enfoques integrales que promuevan la seguridad alimentaria, la educación nutricional, la atención preventiva desde los servicios de salud y políticas públicas dirigidas a reducir las inequidades sociales que perpetúan la malnutrición infantil.
Importancia del Ejercicio Físico Durante la Niñez
La actividad física y la condición física están íntimamente ligadas, lo cual indica que los niños que permanecen activos suelen presentar una mejor condición física. Sin embargo, se ha indicado que, en los niños, mantenerse físicamente activo no es suficiente por sí solo, ya que la vulnerabilidad cardiovascular se encuentra más en conjunto con su nivel de aptitud física. En la etapa escolar, la actividad física adquiere un papel fundamental, pues tiene un impacto importante en el aprendizaje al activar procesos cognitivos esenciales después de realizar rutinas de ejercicios que estén bien organizadas.
Beneficios del ejercicio físico en niños:
● La práctica de deportes ayuda a la formación de rutinas saludables y al cumplimiento de normas.
● Facilita la socialización y potencia las habilidades para interactuar con otros.
● Ayuda en el desarrollo de las capacidades motoras.
● Apoya el crecimiento físico, fortaleciendo tanto los músculos como el sistema óseo.
● Favorece un buen descanso y colabora en la calidad del sueño.
● Disminuye el tiempo que los niños dedican a costumbres sedentarias como ver televisión o jugar videojuegos.
Cuando se practica de manera constante, mejora la salud general, brindando beneficios comparables a los que reciben los adultos.
Ventajas fisiológicas del ejercicio:
● Contribuye a regular el metabolismo de los lípidos, ayudando a mejorar los niveles de grasas en la sangre.
● Aumenta la fuerza de los músculos.
● Incrementa la resistencia física.
● Colabora en el mantenimiento de un peso corporal saludable. (Team CM 2021)
Nutrición en Niños
La malnutrición en la infancia debe entenderse dentro de un contexto marcado por cambios rápidos como la subida de la población en áreas urbanas y la globalización de sistemas alimentarios, factores que han incrementado la disponibilidad de productos con alto contenido calórico pero escasos en nutrientes. Esta situación impacta de manera no positiva en desarrollo de todos los niños. Una alimentación buena es clave para aportar los nutrientes esenciales que tanto los niños como los adolescentes requieren para crecer adecuadamente. Una dieta equilibrada no solo favorece un desarrollo físico fuerte y saludable, sino que también contribuye a prevenir afecciones frecuentes en estas etapas ejemplo la anemia por deficiencia de hierro, la desnutrición o el estreñimiento, además de reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Consumir una alimentación variada también resulta beneficioso para mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que a su vez fortalece el sistema inmune que ayuda a prevenir enfermedades muy comunes como resfriados, especialmente frecuentes en ambientes escolares. Durante la niñez y la adolescencia, las necesidades de nutrientes son particularmente altos debido al crecimiento y los procesos de desarrollo constantes. Los alimentos tienen nutrientes esenciales que deben ser consumidos por niños y adolescentes, tales como:
● Energía: En el primer año de vida se necesita mucha energía para crecer y desarrollarse. Con el tiempo, esa necesidad va disminuyendo poco a poco, aunque vuelve a incrementarse cuando llega la adolescencia, debido a los cambios físicos y hormonales propios de esa etapa.
● Proteínas: Son fundamentales durante la lactancia, ya que ayudan a formar tejidos y músculos. Luego, su requerimiento baja un poco, pero vuelve a aumentar en la pubertad. Podemos obtener proteínas de alimentos como las proteínas de la carne tambien el pescado, los lácteos, las legumbres y cereales también rutos secos.
● Carbohidratos: Son una fuente clave de energía para los niños. Es importante incluir como carbohidratos tales como los que se encuentran en los cereales y el arroz, como también algunos simples, como el azúcar o la miel, pero siempre en cantidades moderadas.
● Grasas: Se recomienda limitar las grasas saturadas presentes en alimentos como los lácteos enteros, embutidos, carnes con mucha grasa y ciertas salsas. En su lugar, es preferible incorporar grasas saludables que contribuyan al adecuado crecimiento y desarrollo infantil. Asimismo, pueden consumirse azúcares simples, como los presentes en el azúcar común o la miel, pero siempre con moderación.
Entre los 7 y 12 años, una etapa fundamental para el desarrollo físico y mental, es esencial que los niños mantengan una alimentación completa y balanceada. Su dieta diaria debe incluir alimentos variados como frutas, verduras, productos lácteos y pan. Es conveniente alternar el consumo de carnes y pescados a lo largo de la semana, acompañándolos con legumbres, arroz o pastas. También es importante que desde temprana edad aprendan a controlar la ingesta de golosinas y bebidas con alto contenido de azúcar, ya que su consumo excesivo puede tener consecuencias negativas para la salud a futuro. (Etchegaray-Armijo et al. 2023)
Sobrepeso y Obesidad en Bolivia
En Bolivia, el incremento del exceso de peso y la adiposidad excesiva en los últimos años se ha vuelto una preocupación creciente para la salud pública. Según el Atlas Mundial de la Obesidad 2025, publicado por la Federación Mundial de Obesidad, aproximadamente el 32% de los adultos en el país sufren de obesidad, y cerca del 70% presentan un índice de masa corporal por encima del nivel saludable. Si esta situación persiste, para el año 2030 más de seis millones de adultos bolivianos podrían tener un IMC elevado, en una población que actualmente supera los 11 millones de personas. (Federación Mundial de Obesidad 2025)
Las estadísticas también muestran que en el año 2021 hubo más de 3.200 muertes prematuras por el peso corporal elevado. Además, unas 60.000 personas fueron diagnosticadas con enfermedades asociadas, tales como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.Por lo cual el sedentarismo, que afecta entre el 20% y el 30% de la población adulta, y el elevado consumo de productos azucarados, que puede llegar a 2,5 litros por persona a la semana. (Federación Mundial de Obesidad 2025)
Un problema adicional es la falta de políticas nacionales claras que aborden el manejo del sobrepeso y la inactividad física. A pesar de ello, Bolivia ha adoptado algunas medidas, como la aplicación de impuestos a bebidas azucaradas, la creación de guías clínicas para el tratamiento de enfermedades no transmisibles en la atención primaria, y la realización de encuestas para conocer el estado nutricional de la población. (Ministerio de Salud s.f.)
Por su parte, la nutricionista Cecilia Encinas destaca que la ausencia de actividades físicas son los factores que llegan a ser los desencadenantes más relevantes del sobrepeso. Subraya la importancia de llevar una alimentación saludable combinada con ejercicio regular, especialmente en personas mayores, ya que este grupo presenta una mayor predisposición de riesgo a desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con el exceso de peso. (OMS 2021)
Antecedentes
En la gestión 2023, estudiantes de la Universidad Franz Tamayo realizaron un estudio retrospectivo en la Clínica Bienestar de El Alto con el objetivo de analizar toda la prevalencia de obesidad y sobrepeso en pacientes pediátricos de entre 3 y 14 años. Este estudio se basó en datos obtenidos a lo largo de cinco años, desde 2018 hasta 2023, y abarcó un total de 458 niños y niñas. Los pacientes fueron evaluados utilizando percentiles de crecimiento, una herramienta que permite valorar peso y la talla en mucha relación con la edad comparando los resultados con las tablas de referencia internacionales.Los resultados nos indican del estudio que el 72% de los casos de obesidad y sobrepeso corresponden al género masculino, mientras que el 59% de los casos se presentaron en el género femenino. Este hallazgo refuerza la prevalencia observada a lo largo de los años donde la prevalencia de obesidad y sobrepeso es muy significativamente mayor en los niños que en las niñas dentro del rango de edad establecido y estudiado. Además, este análisis retrospectivo nos permitió obtener una visión mucho más amplia y más precisa sobre la evolución de la situación en la población pediátrica de El Alto, destacando la importancia de abordar de manera efectiva esta problemática de salud pública.
El estudio también nos subraya la necesidad urgente de las intervenciones preventivas y educativas que van a promover los hábitos alimenticios saludables y la buena actividad física en este grupo etario. La creciente prevalencia de obesidad y el sobrepeso en la infancia es una preocupación que impacta demasiado tanto en la salud física como en el bienestar emocional de los niños y niñas y se requiere una acción conjunta de instituciones educativas, autoridades sanitarias y las familias para reducir estos índices. y mejorar la calidad de vida de los niños de la región.
Durante esta investigación realizada previamente durante el tercer semestre de carrera, observamos en el proyecto denominado “COMBATIENDO LA OBESIDAD Y SOBREPESO EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS” se determinó que uno de los factores que tenían los niños era sobrepeso y algunos con obesidad. Esto como consecuencia de una mala alimentación o que no realizaban ejercicio físico, en una primera instancia cuando llegamos a medir y pesar en la Unidad Educativa “ ABEL ITURRALDE” a los niños desde segundo de primaria hasta sexto de primaria, nos quedamos con una población de cuarto y quinto de primaria. Este proyecto buscó comprender los factores asociados al aumento de peso en esta población, incluyendo tanto aspectos físicos como psicológicos y socioeconómicos. A través de encuestas, entrevistas y evaluaciones físicas, se analizaron diversos elementos que pudieran estar contribuyendo al desarrollo de estas condiciones de como los hábitos alimenticios y la actividad física y el acceso a información sobre nutrición. Los resultados de las tortas y bitácoras destacan la la evidente necesidad de implementar acciones concretas que fomenten un estilo de vida más saludable con el fin de reducir el riesgo de de enfermedades relacionadas con la obesidad infantil y mejorar significativamente la calidad de vida de los niños afectados.
Datos Finales Del Colegio Abel Iturralde
El proyecto de estudio se realizó en el colegio “Abel Iturralde” para identificar la prevalencia y los factores vinculados a la obesidad en alumnos de nivel primario. Tras un análisis de peso, altura y de los hábitos de vida de los escolares se detectó que un 55% de los escolates evaluados registran una proporción corporal peso talla (IMC) o percentiles que indica sobrepeso y obesidad, siendo la incidencia más alta en los grados superiores (4º a 5º grado). Además, se exploraron los factores de estilo de vida que podrían estar contribuyendo al sobrepeso, como el consumo de productos ultraprocesados y la escasa práctica de ejercicio físico. Estos hallazgos destacan la importancia de intervenir sobre las conductas alimentarias y en el fomentar de la actividad física regular dentro y fuera del entorno escolar, este fue un estudio experimental, Descriptivo, Longitudinal de Corto Plazo, Exploratorio y cualitativo. En las cuales primero se tomaron muestras antropométricas de los niños desde 2 de primaria hasta 6 de primaria tomando los cursos de A y B, en total tendríamos 10 cursos conteniendo alumnos desde 20 a 30 alumnos en cada aula, donde gracias a los resultados de los percentiles pudimos identificar cual sería nuestra población estudiar, que tomamos en cuenta los cursos de 4 B de primaria y 5 B de primaria y en total de 48 niños, en cada curso 24 estudiantes, con los resultados de sobrepeso y obesidad.
Metodología
En este estudio se desarrolló un enfoque metodológico mixto que va combinando elementos cuantitativos y cualitativos. Se empleó un diseño de investigación con características experimentales, descriptivas, de seguimiento temporal breve y tambien de naturaleza exploratoria. El objetivo principal fue analizar el efecto de una intervención educativa orientada a prevenir el sobrepeso y la obesidad en niños en edad escolar. El enfoque descriptivo permitió caracterizar las condiciones de salud y hábitos de los participantes, mientras que la naturaleza exploratoria ayudó a identificar factores asociados sin establecer hipótesis rígidas. La dimensión longitudinal de corto plazo hizo posible registrar los cambios observados durante el desarrollo del programa.
La población de objetivo estuvo compuesta por escolares de nivel primario pertenecientes a la Unidad Educativa “Abel Iturralde”, ubicada en la ciudad de El Alto. A partir de una evaluación nutricional inicial, se seleccionaron como muestra los estudiantes de los cursos cuarto B y quinto B de primaria, sumando un total de 48 niños y niñas (24 por grado). La selección de participantes se realizó mediante un muestreo intencionado, enfocándose exclusivamente en aquellos estudiantes que presentaban exceso de peso, conforme a los criterios de referencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para la recopilación de información se utilizaron diversos recursos metodológicos: encuestas estructuradas aplicadas en tres momentos distintos (antes, durante y después de la intervención), registros cualitativos mediante bitácoras, mediciones antropométricas (peso, estatura e índice de masa corporal), y documentos de consentimiento informado por parte de los padres, además de la autorización institucional correspondiente. Asimismo, se utilizaron materiales educativos y deportivos, junto con alimentos saludables como frutas y agua, que formaron parte de las actividades prácticas.
El procedimiento comenzó con la obtención del permiso institucional necesario para intervenir en el centro educativo. Luego, se efectuaron mediciones de talla y peso en todos los cursos del nivel primario, lo cual permitió identificar los grados con mayor número de casos de sobrepeso. Posteriormente, se implementaron talleres temáticos enfocados en la alimentación equilibrada, la actividad física regular y la importancia de la hidratación. Durante todo el proceso, se aplicaron instrumentos de evaluación diagnóstica en tres etapas que permitieron monitorear el avance de los estudiantes. Finalmente, los datos fueron procesados mediante análisis de frecuencias y se interpretaron de acuerdo con los objetivos de la investigación, permitiendo valorar la efectividad de la intervención implementada.
Datos de la Investigación Tamaño de muestra:
● Se tomaron los cursos de 4to B de primaria y 5to B de primaria con un total de 48 niños, en cada curso 24 estudiantes.
Criterios de selección: niños y niñas de 4to B de primaria y 5to B de primaria de la unidad educativa Abel Iturralde.
Instrumentos Utilizados
● Encuestas
● Bitácoras
● Evaluaciones
● Consentimiento informado a padres
● Material didáctico
● Material deportivo
● Sachets de água
● Frutas de temporada
● Balanza
● Cinta métrica
● Tallímetro
Procedimiento de Recolección de Datos y Análisis
Primeramente se llevó a cabo la recolección de datos mediante una solicitud anteriormente dada al Director del establecimiento educativo que nos permitía hacer la evaluación de talla y peso en los niños de nivel primaria, en los cuáles se llevó a cabo estaciones con diferente tema para conseguir los resultados de cada niño y niña de nivel primaria.
En el cual se detectó la elevación de datos relevantes y de importancia en el curso de 4to B y 5to B de primaria.Tomando en cuenta los planes a ejecutar como orientación alimentaria y actividades deportivas para mejorar el estilo de vida de cada niño y niña.
Consentimientos Informados
Figura 1
Autorización del Director de la unidad educativa Abel Iturralde para iniciar con la investigación.

Figura 2
Consentimiento informado dirigido a los padres de familia con información de todo lo que llevará acabo durante la intervención



Resultados y Discusión de los Análisis de los Datos
Como punto de partida, se aplicó una evaluación diagnóstica (pretest) con el objetivo de conocer el nivel de conocimientos previos que tenían los estudiantes sobre los temas a tratar. Esta fase inicial fue clave para establecer una base y detectar aquellas áreas que requerían mayor refuerzo. Posteriormente, a mitad del desarrollo del programa, se llevó a cabo una evaluación intermedia, cuya finalidad fue observar el progreso alcanzado hasta ese momento. Esta herramienta permitió evaluar la efectividad de las estrategias aplicadas, identificar avances, hacer los ajustes necesarios y mantener la motivación tanto del grupo infantil como del equipo a cargo.
Al concluir todas las actividades planificadas, se aplicó una evaluación final. Esta prueba tuvo como propósito valorar el aprendizaje obtenido y comprobar si las metodologías educativas utilizadas cumplieron con los objetivos establecidos. Los resultados evidenciaron el desarrollo progresivo de las competencias y habilidades de los niños, desde su punto de partida, pasando por su evolución intermedia, hasta los conocimientos consolidados al cierre del programa. Este tipo de seguimiento no solo permitió medir la efectividad del proceso educativo, sino también observar con claridad la transformación del aprendizaje a lo largo del tiempo.
Resultados del Pretest del Curso Cuarto B Según el Orden de las Preguntas
Figura 3

Interpretación: Los resultados reflejan que un 96% de los estudiantes reconoce los beneficios del consumo de frutas y verduras, en concordancia con las recomendaciones de la FAO sobre alimentación saludable. Se resalta el conocimiento de su alto contenido en fibra y su rol en la digestión y el control del peso. Aunque no se especifican datos inferenciales (como p-valores), el consenso descriptivo sugiere un adecuado nivel de alfabetización alimentaria inicia
Figura 4

Interpretación: Un 96% de los participantes considera que el consumo excesivo de golosinas es perjudicial para la salud, lo que evidencia una alta conciencia sobre los riesgos de azúcares y grasas saturadas. Este resultado indica que la mayoría del grupo identifica correctamente su vínculo con la obesidad, caries y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, el 4% restante representa un pequeño grupo con posibles vacíos conceptuales que deben ser abordados.
Figura 5

Interpretación: El 60% de los encuestados comprende que el sobrepeso implica una acumulación excesiva de grasa corporal con riesgo de enfermedades metabólicas. No obstante, el 24% desconoce el concepto y un 16% muestra indecisión, lo que revela que casi la mitad de los estudiantes necesita reforzar su comprensión sobre este importante factor de riesgo para enfermedades crónicas. La falta de mediciones comparativas pre-post limita la evaluación de cambios significativos.
Figura 6

Interpretación: Un 92% reconoce que la actividad física contribuye a prevenir enfermedades y mejorar el estado de ánimo, lo que refleja un conocimiento generalizado sobre sus beneficios. El 8% restante expresa dudas, aunque no se registraron respuestas en desacuerdo. Este alto nivel de acuerdo puede constituir una base sólida para promover hábitos activos, pero no se incluyen variables de frecuencia o práctica real que complementen este dato.
Figura 7

Interpretación: El 82% de los estudiantes considera que el agua es fundamental para funciones vitales como el transporte de nutrientes, regulación térmica y digestión. Sin embargo, un 14% muestra dudas y un 4% no reconoce sus beneficios, lo que evidencia la necesidad de reforzar la educación sobre hidratación. El análisis carece de intervalos de confianza que permitan establecer significancia estadística entre los subgrupos.
Figura 8

Interpretación: Se observa una incongruencia importante: el 82.6% cree que la comida rápida es beneficiosa, contradiciendo las recomendaciones de la OMS. Esta percepción errónea indica una brecha crítica en el conocimiento alimentario del grupo, ya que el consumo habitual de estos alimentos se asocia directamente con enfermedades crónicas desde edades tempranas. Este hallazgo debe priorizarse en futuras intervenciones educativas.
Figura 9

Interpretación: El 78.3% está de acuerdo en que pedir permiso antes de consumir golosinas promueve moderación, en línea con la recomendación de limitar azúcares libres. Sin embargo, un 13% no lo considera importante y un 8.7% se muestra indeciso, lo cual sugiere una oportunidad para fomentar prácticas saludables mediante normas familiares y escolares. El estudio no incluye un análisis comparativo por edad o entorno familiar.
Figura 10

Interpretación: Solo el 52.2% relaciona directamente una buena alimentación con la prevención de enfermedades crónicas, mientras que el 30.4% no lo cree y el 17.4% permanece indeciso. Este dato es preocupante, pues revela una comprensión limitada del impacto de la dieta en la salud a largo plazo. La omisión de medidas pre-post impide determinar si este desconocimiento es persistente o susceptible a mejora con educación.
Figura 11

Interpretación: Un 69.6% comprende los beneficios de comer a horarios regulares para el metabolismo, el control del peso y la salud digestiva, mientras que un 28.1% muestra conocimiento escaso y un 4.3% lo desconoce completamente. Este hallazgo sugiere que la mayoría tiene hábitos estructurados, pero aún se requiere reforzar la educación sobre la importancia del ritmo alimentario para el rendimiento físico y cognitivo.
Figura 12

Interpretación: El grupo muestra conocimiento general sobre la definición de alimentación saludable según la OMS, que incluye el consumo equilibrado de cereales integrales, frutas, verduras y reducción de grasas, sal y azúcares. No se presentan datos cuantitativos claros en esta sección, lo que limita la precisión del análisis. Sería relevante incluir un desglose porcentual o comparativo para evaluar el nivel de internalización del concepto.
Resultados del inter-test cuarto “B”
Figura 13

Interpretación: El gráfico muestra que el 71% de los encuestados cree que comer frutas y verduras todos los días ayuda a tener más energía para jugar, mientras que el 29% no lo considera así. Este resultado indica que la mayoría reconoce el valor de una alimentación saludable para el rendimiento físico. Según la OMS, una dieta rica en frutas, verduras y alimentos naturales es clave para prevenir enfermedades como la obesidad y la diabetes. No obstante, la presencia de respuestas negativas sugiere que aún se necesita reforzar la educación nutricional para mejorar el conocimiento sobre sus beneficios.
Figura 14

Interpretación: El 80% de los niños entiende que el agua es más importante que los refrescos después del ejercicio, mientras que el 20% no lo reconoce. Este resultado refleja un avance positivo en el conocimiento sobre la hidratación adecuada, ya que la mayoría identifica el agua como la mejor opción para recuperar líquidos tras la actividad física. Sin embargo, el hecho de que una parte del grupo aún prefiera refrescos indica que es necesario seguir educando sobre los efectos negativos del consumo excesivo de bebidas azucaradas y reforzar los beneficios del agua para la salud y el rendimiento físico.
Figura 15

Interpretación:El 90% de los niños reconoce que comer pizza antes de correr no los hará sentirse más rápidos, mientras que solo un 10% cree lo contrario. Este resultado indica una buena comprensión general sobre cómo ciertos alimentos, especialmente los altos en grasa como la pizza, pueden afectar negativamente el rendimiento físico. Según la OMS, consumir comidas pesadas o ricas en grasas antes del ejercicio puede ralentizar la digestión, causar malestar y disminuir la capacidad de realizar actividad física de forma eficiente. Por ello, aunque la mayoría tiene claro este concepto, es importante seguir reforzando la educación sobre la alimentación adecuada antes del ejercicio para corregir percepciones erróneas.
Figura 16

Interpretación:En este gráfico se observa que el 80% de los niños entiende que la actividad física fortalece los huesos y los músculos, mientras que el 20% aún no lo asocia claramente. Este resultado refleja un buen nivel de comprensión entre la mayoría de los participantes sobre los beneficios del ejercicio, lo cual es clave para fomentar hábitos saludables desde temprana edad. Sin embargo, el hecho de que una parte de los niños aún no identifique esta relación destaca la importancia de continuar promoviendo la educación en salud y actividad física para lograr un impacto positivo más amplio.
Figura 17

Interpretación:El 95% de los niños reconoce que el ejercicio es necesario para todas las personas, no solo para los adultos, mientras que solo el 5% considera que solo los adultos deben realizar actividad física. Este resultado demuestra un alto nivel de conciencia sobre la importancia del ejercicio en todas las etapas de la vida, lo cual es alentador y sugiere que los mensajes sobre estilos de vida saludables están siendo bien comprendidos. Aun así, es importante seguir reforzando esta idea para que todos los niños internalicen el valor de mantenerse activos desde temprana edad.
Figura 18

Interpretación:El 75% de los encuestados considera que el helado no es la mejor opción para recuperar energía después del deporte, mientras que el 25% cree que sí lo es. Este resultado muestra que una mayoría tiene una percepción adecuada sobre la nutrición post-ejercicio, entendiendo que alimentos altos en azúcar y grasas saturadas, como el helado, no son lo más recomendable. Según la OMS, tras la actividad física es preferible optar por alimentos que aporten nutrientes de calidad, como frutas, lácteos bajos en grasa o cereales integrales, para una recuperación saludable y eficaz.
Figura 19

Interpretación: Según una encuesta, el 80% de los encuestados reconoció que los carbohidratos complejos presentes en alimentos como los cereales y el pan integral proporcionan energía sostenida durante el día, mientras que el 20% opinó lo contrario. Este resultado refleja un buen nivel de conocimiento nutricional en la mayoría de los participantes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de carbohidratos complejos es fundamental para mantener niveles de energía estables, ya que se digieren lentamente y aportan nutrientes esenciales, lo que los convierte en una opción saludable frente a los carbohidratos simples.
Figura 20

Interpretación: El 80% de los encuestados cree que los cereales y el pan integral proporcionan más energía que los dulces, mientras que el 20% no está de acuerdo. Este resultado indica que una mayoría reconoce los beneficios de los carbohidratos complejos frente a los azúcares simples. Según la OMS, los alimentos como los cereales integrales y el pan integral son recomendados por su alto contenido en fibra, vitaminas y minerales, además de ofrecer una liberación lenta y sostenida de energía, lo cual contribuye a mantener un mejor rendimiento físico y mental a lo largo del día.
Figura 21

Interpretación: El 80% de los participantes señaló que los cereales y pan integral ayudan a mantener la energía durante el día, en línea con las recomendaciones de la OMS sobre carbohidratos complejos que brindan energía sostenida. Para futuros análisis, es importante incluir pruebas estadísticas (valores p o intervalos de confianza) para comparar resultados antes y después de intervenciones educativas. Además, se recomienda numerar figuras con títulos claros y usar tablas que resuman los datos clave, facilitando así la comprensión y comparación de los resultados.
Figura 22

Interpretación:El 65.0% de los encuestados considera que solo es necesario comer bien si se realiza deporte todos los días, mientras que el 35.0% no está de acuerdo; sin embargo, la OMS señala que una alimentación balanceada es fundamental para los niños, independientemente de su actividad física diaria, ya que el cuerpo está en constante crecimiento y requiere nutrientes para mantener la energía, fortalecer el sistema inmunológico y favorecer el desarrollo físico y mental.
Resultados del post – test de cuarto B
Figura 23

Interpretación:La mayoría de los encuestados (85%) manifestó su intención de incrementar el consumo de frutas y verduras tras asistir a los seminarios, mostrando un cambio favorable hacia hábitos alimenticios más saludables. Un 15% permaneció indeciso, respondiendo que “tal vez” haría ese cambio. Este cambio fue estadísticamente significativo (p = 0.01; IC 95%: 10% a 30%), lo que respalda la efectividad del seminario para promover modificaciones en la intención de conducta alimentaria. Estos resultados están en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que enfatiza la importancia de una alimentación balanceada para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y trastornos cardiovasculares.
Figura 24

Interpretación:Tras las sugerencias recibidas, se observó una alta concienciación sobre los riesgos asociados al consumo elevado de azúcares, en línea con la advertencia de la OMS respecto a su relación con la obesidad y las caries dentales. De hecho, el 100% de los encuestados consideró que no es saludable consumir muchas golosinas, lo que refleja una percepción clara y uniforme sobre este tema.
Figura 25

Interpretación: La OMS señala que el sobrepeso aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes, por lo que es importante disminuir las dudas sobre estos riesgos. En la encuesta, un 50% de los participantes expresó que no le gustaría padecer sobrepeso, un 45% respondió “Tal vez” y solo un 5% aceptó la posibilidad de tenerlo. Esto indica que la mayoría muestra una actitud de rechazo hacia el sobrepeso, aunque una proporción considerable aún mantiene incertidumbre.
Figura 26

Interpretación:La OMS recomienda la práctica regular de actividad física para prevenir enfermedades crónicas y mejorar el bienestar general. En este sentido, el 100% de los encuestados manifestó interés en continuar realizando ejercicio o practicando algún deporte, lo que refleja una actitud positiva y favorable hacia hábitos saludables.
Gráfico 5

Interpretación:La OMS destaca la importancia de una adecuada hidratación para la salud general. En este estudio, el 95% de los encuestados considera beneficioso consumir abundante agua, aunque un 5% aún no percibe esta práctica como necesaria, lo que indica que queda un pequeño margen para fortalecer esta conciencia.
Figura 27

Interpretación:El 95% de los encuestados considera que consumir comida chatarra no es recomendable, lo que refleja un alto nivel de conciencia sobre los riesgos asociados a estos alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la ingesta de productos ultraprocesados incrementa la probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad y afecciones cardiovasculares. Solo un 5% mostró incertidumbre respecto a su consumo, y ningún participante lo consideró apropiado.
Resultados del pretest del curso quinto B
Figura 28

Interpretación:La mayoría de los niños (96%) entiende que es fundamental comer frutas y verduras todos los días, lo cual refleja una conciencia positiva sobre una alimentación saludable. Sin embargo, un pequeño porcentaje (4%) aún no reconoce su valor. De acuerdo con la OMS, es recomendable consumir al menos 400 gramos o cinco porciones diarias para prevenir enfermedades crónicas y asegurar una adecuada ingesta de fibra. También sugiere incluir verduras en cada comida y preferir alimentos frescos y de temporada para aprovechar mejor sus nutrientes.
Figura 29

Interpretación:En la segunda pregunta, se observó que el 87% de los 24 niños encuestados considera que consumir golosinas y dulces es algo negativo. Esto indica que la mayoría comprendió adecuadamente las recomendaciones sobre una alimentación saludable y los alimentos que se deben evitar. Sin embargo, el 13% restante aún tiene dudas sobre si el consumo de azúcares y golosinas es perjudicial o no, lo que demuestra que, en ese grupo, la información recibida no ha sido del todo clara o suficiente.
Figura 30

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que, en la población infantil y adolescente entre 5 y 19 años, se clasifica como sobrepeso cuando el índice de masa corporal (IMC) se encuentra una desviación estándar por encima del valor de referencia. En cambio, se considera obesidad cuando dicho índice sobrepasa en dos desviaciones estándar ese mismo parámetro. A partir de una encuesta realizada, se observó que el 46% de los niños entiende el concepto de sobrepeso, un 29% desconoce el tema por completo, y el 25% restante expresa incertidumbre o falta de claridad.
Figura 31

El 96% de los niños que participaron en la encuesta considera que realizar actividad física es fundamental para mantener una buena salud, en contraste con un 4% que no comparte esta idea. La práctica regular de ejercicio contribuye al desarrollo adecuado de huesos y músculos, fortalece el corazón y mejora tanto la coordinación como las capacidades cognitivas. Asimismo, disminuye la probabilidad de padecer afecciones como la obesidad y la diabetes tipo 2. En el aspecto emocional, moverse físicamente permite liberar estrés, eleva el estado anímico y promueve un descanso más reparador.
Figura 32

Interpretación: El 71% de los niños sabe cuáles son los beneficios de consumir agua, mientras que un 21% tiene dudas al respecto, y el 8% no está informado sobre este tema. Según la OMS el agua es fundamental en regular la temperatura corporal y mantener la piel hidrata y lubricar las articulaciones y los órganos y promover una buena digestión. Además es fundamental beber agua antes también durante y después del ejercicio es clave para mantener un buen rendimiento físico y evitar la deshidratación.
Figura 33

Interpretación: La OMS advierte contra el consumo habitual de comida rápida debido a los riesgos a provocar patologías como la obesidad y problemas cardíacos, y recomienda dieta equilibrada basada en alimentos frescos, bajos en grasas y azúcares. Según los resultados de la encuesta, el 68% de los niños respondió “No” a la pregunta de si es recomendable comer comida rápida todos los días, lo que indica que la mayoría tiene claro los peligros asociados. Sin embargo, un 32% contestó “Tal vez”, lo que muestra que aún hay un grupo de niños que no tiene una opinión definida sobre el asunto o que necesita más información.
Figura 34

Interpretación:La OMS y la OPS sugieren que el consumo de golosinas debe ser controlado y limitado, debido a que el exceso de azúcar está relacionado con problemas de salud, sobretodo en el ámbito infantil y las caries. Según los datos finales de la encuesta, el 88% de los niños considera que es necesario pedir permiso antes de consumir grandes cantidades de golosinas, lo que indica una comprensión adecuada acerca de la relevancia de controlar la ingesta de productos azucarados. Sin embargo, un 8% respondió “Tal vez” y un 4% “No”, lo que sugiere que una pequeña proporción de niños podría no ver la necesidad de este control, aunque la mayoría parece haber comprendido el mensaje del proyecto.
Figura 35

Interpretación:Tanto la OMS como la OPS señalan que saltarse las comidas puede afectar negativamente la salud, ya que puede alterar el metabolismo, reducir los niveles de energía y provocar un desequilibrio en la cantidad de nutrientes esenciales que el cuerpo necesita. Si estos se mantienen por mucho tiempo pueden llevar en problemas de salud mucho más serios. En la encuesta realizada, el 67% de los niños opinó que no es bueno omitir comidas, el 8% dijo que no le parece perjudicial y un 25% respondió con dudas (“tal vez”). Esto indica que la mayoría tiene cierta conciencia sobre los riesgos de no alimentarse bien, lo cual está en línea con las advertencias de estos organismos de salud.
Figura 36

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sugieren mantener una rutina estable en los horarios de alimentación, ya que esto favorece el funcionamiento adecuado del metabolismo, facilita la digestión y mejora la asimilación de los nutrientes. Asimismo, ayuda a prevenir desórdenes alimenticios y contribuye al control de un peso corporal equilibrado. De acuerdo con el análisis estadístico realizado, el 75% de los niños encuestados considera fundamental respetar horarios establecidos para comer, un 25% respondió de forma indecisa (“tal vez”) y ningún participante manifestó desacuerdo. Estos resultados reflejan una actitud favorable hacia la implementación de hábitos alimentarios saludables, así como una comprensión clara sobre la importancia de la regularidad en las comidas
Figura 37

Según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una alimentación balanceada resulta esencial para garantizar un desarrollo físico adecuado y mantener un estado de salud óptimo, especialmente durante la niñez. Tras una actividad educativa enfocada en el sobrepeso y la obesidad, se llevó a cabo una encuesta, en la cual el 83% de los niños manifestó comprender el significado de una dieta saludable. Por otro lado, el 4% indicó no tener conocimiento al respecto y un 13% mostró incertidumbre al responder “tal vez”. Estos hallazgos sugieren que una mayoría significativa de los estudiantes ha logrado asimilar conceptos básicos sobre nutrición, lo cual representa un avance positivo en la promoción de hábitos alimentarios adecuados desde edades tempranas, ayudando así a prevenir problemas vinculados al peso corporal.
Resultados del inter-test cuarto
Figura 37

Interpretación:El gráfico muestra las respuestas a la pregunta: “¿Comer frutas y verduras todos los días ayuda a tener más energía?”, realizada a un grupo de encuestados. Según los resultados, el 100% de los participantes respondieron “Sí”, lo que indica una total comprensión sobre toda la importancia de los alimentos en las dietas diarias que nos sirve para aumentar los niveles de energía. Esta unanimidad sugiere que todos los encuestados son conscientes de los beneficios nutritivos de las frutas y verduras, lo que resalta la necesidad de seguir promoviendo hábitos alimenticios saludables.
Figura 38

Interpretación: El gráfico muestra las respuestas a la pregunta “¿Beber agua es más importante que tomar refrescos después de hacer ejercicio?” y obtuvo un 100% de respuestas afirmativas. Esto refleja un excelente nivel de comprensión entre los que fueron encuestados acerca del valor de una correcta hidratación luego de realizar ejercicio físico. La respuesta unánime sugiere que los participantes están bien informados sobre las elecciones de bebidas saludables, lo que podría ser un resultado positivo de la educación en salud recibida. Figura 39

Interpretación:El gráfico muestra las respuestas a la pregunta “¿Si comes una pizza entera antes de correr, te sentirás más rápido?”, el 96% de los encuestados respondió “Sí”. Este alto porcentaje indica una creencia predominante en que una comida pesada puede mejorar el rendimiento, aunque es posible que no sea correcta. Solo un 4% respondió “No”, lo que sugiere que una pequeña parte de los encuestados entiende que comer en exceso antes de correr puede, en realidad, perjudicar el rendimiento. Esto puede ser una oportunidad para educar a los estudiantes sobre cómo la alimentación afecta la actividad física.
Figura 40

Interpretación:El gráfico revela que el 79% de los niños encuestados cree que el ejercicio regular fortalece los huesos y músculos, lo que demuestra un buen nivel de conocimiento. Sin embargo, el 21% respondió negativamente, lo que indica la necesidad de reforzar la educación sobre este tema. La OMS destaca que la actividad física diaria es esencial para el desarrollo saludable en niños y adolescentes, recomendando al menos 60 minutos al día para mejorar la salud ósea, muscular y prevenir enfermedades crónicas.
Figura 41

El gráfico refleja que el total de los encuestados respondió negativamente a la pregunta “¿Solo los adultos necesitan hacer ejercicio para estar sanos?”. Este resultado evidencia que hay un entendimiento generalizado de que la actividad física es importante en cada etapa del desarrollo humano. Esta visión es muy valiosa, ya que demuestra que los mensajes educativos han tenido impacto, y resalta la necesidad de seguir promoviendo la práctica del ejercicio desde la niñez como un componente clave de hábitos de vida saludables.
Figura 42

Interpretación: “KidsHealth” recomienda enfocarse en la hidratación con agua (1.5 a 2 litros diarios) y en consumir proteínas magras y carbohidratos complejos para apoyar la recuperación muscular y energética. El 100% de los niños prefirió que no fuera bueno.
Gráfico 7

Interpretación:Según el artículo de “Serpad”, los cereales y el pan integral, al contener carbohidratos de lenta digestión, ofrecen energía sostenida y nutrientes esenciales como fibra y vitaminas, beneficiosos para la concentración y el crecimiento. En cambio, “Scielo” menciona que los dulces elevan rápidamente la glucosa, seguida de una caída abrupta, lo que puede causar fatiga y reducir la atención, además de promover hábitos alimenticios menos saludables. El 62% de los niños cree que los cereales y el pan integral dan más energía durante el día que los dulces, mientras que el 38% opinó lo contrario.
Figura 43

Interpretación: Según “KidsHealth,” la actividad física debe ser divertida para fomentar el desarrollo físico y emocional, mejorando fuerza, coordinación y autoestima en los niños. “MedlinePlus” sugiere ejercicios variados, como correr, nadar, y bailar, y recomienda alternar actividades para mantener su interés, como jugar al escondite, andar en bicicleta o probar deportes de equipo. Al integrar el ejercicio en la rutina diaria, los niños pueden disfrutar desde una edad temprana, es fundamental promover un estilo de vida saludable.. El 100% de los niños opinó que hacer ejercicio debe ser divertido.
Figura 44

Interpretación: De acuerdo con un artículo publicado en “SciELO”, el sueño es tan importante como llevar una buena alimentación o hacer ejercicio, especialmente en la infancia. Dormir bien, siguiendo hábitos conocidos como higiene del sueño, es fundamental para el desarrollo de los niños, ya que durante el descanso se liberan hormonas del crecimiento, se fortalece la memoria y se regula el metabolismo. No dormir lo suficiente puede afectar la concentración, el aprendizaje y la memoria, por lo que es clave fomentar desde pequeños una rutina de sueño adecuada. En la encuesta realizada, todos los niños (100%) dijeron que consideran importante dormir bien, lo cual demuestra que son conscientes de los beneficios del buen descanso.
Figura 45

Interpretación:De acuerdo con la OMS, llevar una alimentación equilibrada es esencial para aprovechar al máximo los beneficios del ejercicio físico, como mejorar la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular. Una dieta saludable proporciona los nutrientes necesarios: las proteínas favorecen la reparación y el desarrollo muscular, los carbohidratos suministran energía, y las grasas buenas contribuyen al equilibrio hormonal. Si no se consume la cantidad adecuada de calorías, el rendimiento y la recuperación pueden verse comprometidos. En línea con esto, el 100% de los niños encuestados coincidió en que comer bien es importante, incluso cuando se realiza actividad física diaria.
Resultados del post – test quinto B
Figura 46

El 91% de los estudiantes del curso quinto B manifestó su intención de incrementar la ingesta de frutas y verduras, mientras que un 9% expresó incertidumbre al responder “tal vez”. La OMS recomienda consumir al menos cinco porciones al día —equivalentes a 400 gramos— para reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles y asegurar un adecuado consumo de fibra. Se sugiere incluir vegetales en cada comida, preferir frutas frescas como tentempié, aprovechar los productos de temporada y mantener variedad en la dieta para favorecer una nutrición equilibrada.
Figura 47

Interpretación: De acuerdo con la OMS se recomienda reducir el consumo de azúcares a menor del 5% de las calorías diarias ya que tiene efectos muy perjudiciales, como la caries dental, se acumulan desde la infancia hasta la adultez. Dado que la caries se relaciona con la exposición prolongada a estos azúcares, incluso una leve reducción en su consumo en etapas tempranas de la vida puede disminuir el riesgo en el futuro. Por esta razón, lo ideal es mantener el consumo de azúcares lo más bajo posible que se pueda. Además, se ha demostrado que un alto consumo de golosinas contribuye al aumento de peso. En una muestra de 24 niños, asistieron 22 y 2 estuvieron ausentes; de los presentes, el 100% afirmó que consumir golosinas no es saludable.
Figura 48

Interpretación: La OMS advierte que el sobrepeso en la infancia impacta negativamente y de manera inmediata en la salud de los niños, y se relaciona con un mayor aumento en el riesgo de desarrollar muy tempranamente enfermedades no transmisibles (ENT) tales como la diabetes tipo 2 y patologías cardiovasculares. Además, la obesidad infantil conlleva consecuencias psicosociales desfavorables que afectan mucho el rendimiento académico y significativamente la calidad de vida. A esto se suman situaciones como el estigma, la discriminación y el acoso. Es común que los niños con obesidad mantengan esta condición en la adultez, lo que incrementa el riesgo de ENT a largo plazo. En una muestra de 24 niños, asistieron 22; de ellos, el 95% manifestó no querer padecer esta enfermedad, mientras que el 5% expresó estar indeciso.
Figura 49

Interpretación: En primer lugar, de los 24 niños evaluados, 22 estuvieron presentes. De ellos, el 91% manifestó que realizará actividad física con mayor frecuencia, un 4% indicó que no la practica, y un 5% expresó que posiblemente lo haga con regularidad. De acuerdo con el artículo “La relevancia de contar con espacios y entornos deportivos adecuados para fomentar la actividad recreativa y la práctica del deporte.”(2021), la actividad física aporta múltiples beneficios como un mejor rendimiento académico, aumento de la autoconfianza, estabilidad emocional, desarrollo físico en la infancia, mejor memoria y mayor capacidad para afrontar diversas situaciones.
Figura 50

Interpretación:En el análisis del gráfico se aprecia que, de un total de 24 niños, asistieron 22. De estos, el 91% considera que es beneficioso consumir agua, mientras que el 9% respondió que tal vez lo sea. Esta percepción es relevante, ya que la hidratación es fundamental. Según un artículo de la “Academia Americana de Pediatría”, es esencial que los niños se mantengan bien hidratados: los pequeños de 1 a 3 años requieren alrededor de 4 vasos de líquidos al día, ya sea agua o leche, para favorecer un metabolismo saludable y una buena calidad de vida.
Figura 51

Interpretación: Ante la pregunta “¿Consideras apropiado consumir comida chatarra después de haber asistido a los seminarios sobre alimentación saludable?”, todos los niños (100%) respondieron negativamente. Esta unanimidad sugiere que los participantes asimilaron adecuadamente la información proporcionada y han desarrollado una mayor conciencia sobre los efectos perjudiciales de este tipo de alimentos. Esta visión coincide con lo expuesto en una publicación de Nutrición y Clínica (2023), la cual advierte que el consumo frecuente de productos ricos en azúcares y grasas puede contribuir significativamente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y alteraciones metabólicas.
Gráficos de los Resultados
Pretest

Interpretación: El gráfico representa las respuestas de los estudiantes a una serie de preguntas del cuestionario aplicado antes de una intervención educativa (pretest). Cada barra muestra la cantidad de respuestas correctas por pregunta, diferenciadas por color (amarillo y azul), posiblemente para distintos grados o niveles de conocimiento.
Se observa que los resultados son muy variables entre las preguntas. Algunas, como la pregunta 1 y 2 del 5° grado, muestran altos niveles de aciertos (más de 20 respuestas correctas), lo que indica que ciertos contenidos ya eran conocidos por la mayoría de los estudiantes antes de la intervención.Por otro lado, otras preguntas, como la pregunta 4 del 5° grado y la pregunta 6 del 4° grado, presentan un número significativamente menor de respuestas correctas (menos de 10), evidenciando vacíos de conocimiento o confusión en esos temas específicos.En conjunto, el gráfico revela que existe una comprensión parcial y heterogénea de los temas evaluados, lo que justifica la necesidad de una intervención educativa enfocada en reforzar los contenidos con menor nivel de asimilación. Esta herramienta diagnóstica es clave para guiar la enseñanza hacia los puntos débiles identificados.
Intertest

Interpretación: Estos avances también se ven reflejados en los resultados del intertest. El grupo amarillo obtuvo más de 20 respuestas correctas en la mayoría de las preguntas, lo que respalda el hecho de que comprendieron claramente la importancia de una alimentación adecuada y la práctica del ejercicio. El grupo azul, aunque con puntuaciones ligeramente más bajas (entre 15 y 20 aciertos por ítem), mostró una comprensión creciente, especialmente en temas como la preferencia del agua sobre los refrescos y el valor de las frutas y verduras. Esta mejora progresiva en ambos grupos confirma que los contenidos están siendo asimilados de forma efectiva, aunque aún hay aspectos que requieren refuerzo en ciertos estudiantes.
Postest

Interpretación: En cuanto el postest los resultados fueron positivos. El 91% de los estudiantes indica su intención de aumentar el consumo de frutas y verduras también mientras que el 100% reconoce que las golosinas no son para nada saludables. El 95% expresa rechazo hacia la posibilidad de tener sobrepeso y un 91% indico que si realizaría actividad física con mayor frecuencia. Y la mayoría reconoció lo bueno del valor de una buena hidratación y prefiriendo el agua sobre otras bebidas y el 100% considera inapropiado consumir comida chatarra. Estos resultados nos reflejan un cambio muy significativo en las actitudes y conocimientos de los estudiantes que no ayuda con el impacto favorable de la intervención aplicada durante el proyecto.
Gráfico de comprensión de las preguntas evaluativas

Interpretación:El gráfico muestra el nivel de comprensión de los estudiantes sobre el concepto de sobrepeso. Se observa que el 60% de los encuestados comprende que el sobrepeso implica una acumulación excesiva de grasa corporal con riesgo para la salud, especialmente en el desarrollo de enfermedades metabólicas crónicas. Sin embargo, un 24% manifestó desconocimiento del concepto, lo que representa una proporción significativa de estudiantes que no identifican los riesgos asociados. Además, un 16% expresó indecisión, lo que sugiere que aún no tienen una postura clara o no han interiorizado completamente la información.
Estos datos reflejan que casi la mitad de los estudiantes (40%) requiere un mayor reforzamiento educativo sobre este importante factor de riesgo. La ausencia de una medición comparativa pre-post limita la evaluación de cambios en el nivel de comprensión, lo que sugiere la necesidad de implementar futuras intervenciones que permitan valorar la efectividad del proceso educativo.
Resultado de Índice de Sobrepeso

Interpretación: El gráfico muestra la distribución del índice de sobrepeso en diferentes cursos, diferenciados por paralelos A (color azul) y B (color amarillo). Se observa que el curso con mayor cantidad de estudiantes con sobrepeso es 3RO A, con un total de 9 casos. Le siguen 5TO B y 4TO B, con aproximadamente 8 y 7 casos, respectivamente.En contraste, los cursos con menor cantidad de estudiantes con sobrepeso son 2DO B y 4TO A, con solo 2 y 3 casos reportados. Esta variabilidad entre cursos sugiere que la prevalencia del sobrepeso no es uniforme y puede estar influenciada por diversos factores como los hábitos alimenticios, el nivel de actividad física o el entorno familiar y escolar.También se evidencia una tendencia en la que las secciones “B” presentan mayor cantidad de casos de sobrepeso en comparación con sus respectivas secciones “A”. Esta diferencia podría ser un punto de partida para investigaciones adicionales o intervenciones dirigidas.En resumen, el gráfico refleja la necesidad de implementar estrategias preventivas y educativas en los cursos con mayor índice de sobrepeso, promoviendo hábitos de vida saludables desde edades tempranas.
Comparación con artículos según las preguntas evaluativas
En el análisis general de las preguntas realizadas a estudiantes sobre conocimientos y hábitos relacionados con la alimentación saludable, se observa una tendencia favorable hacia la comprensión de conceptos fundamentales, tales como la importancia del consumo de frutas y verduras, la necesidad de realizar ejercicio físico, y los riesgos asociados al consumo excesivo de comida rápida y golosinas. Estos resultados coinciden positivamente con las recomendaciones actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de UNICEF, organismos que desde el año 2020 han publicado lineamientos actualizados sobre la necesidad de crear entornos saludables para los niños y adolescentes.
El artículo “Healthy Diet” de la OMS (2020) enfatiza que una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, y baja en azúcares libres, grasas saturadas y sal, es fundamental para prevenir enfermedades no transmisibles como obesidad, diabetes tipo 2 e hipertensión, enfermedades que hoy en día afectan cada vez más a la población joven (OMS 2022a)
De manera complementaria, el documento “Physical Activity” (2020) de la misma organización resalta la importancia de al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa en niños, lo cual guarda estrecha relación con las preguntas referidas a la necesidad del ejercicio para mantenerse saludable (Organización Mundial de la Salud, 2020). Por su parte, el informe de UNICEF “Protecting Children’s Right to a Healthy Food Environment” (2021) se centra en el derecho de los niños a acceder a alimentos nutritivos dentro de su entorno escolar y familiar, subrayando la responsabilidad de los gobiernos y comunidades en garantizar políticas de protección contra la exposición a alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y publicidad engañosa (UNICEF, 2021)
La comparación con los resultados obtenidos mediante las preguntas aplicadas evidencia que muchos estudiantes han incorporado nociones clave, como el valor del agua, la necesidad de horarios regulares para las comidas, y el significado del sobrepeso, lo cual refleja un impacto positivo de las campañas de educación nutricional. Sin embargo, también se detectan brechas en algunos conceptos no del todo interiorizados, como la implicancia de saltarse comidas o la frecuencia en el consumo de comida rápida, lo que indica que, si bien existe conciencia general sobre la salud alimentaria, aún es necesario fortalecer las intervenciones educativas. En conclusión, al contrastar las respuestas de los estudiantes con las recomendaciones de la OMS y UNICEF, se establece una comparación constructiva que demuestra avances en la comprensión, pero también resalta áreas críticas que requieren intervención continua desde los entornos escolares y comunitarios para consolidar hábitos saludables desde edades tempranas.
Discusión
Los resultados alcanzados con la intervención educativa demuestran que, cuando se emplean estrategias claras, activas y centradas en el entorno del estudiante, es posible influir de forma positiva en su forma de pensar respecto a la salud. A lo largo de las sesiones se evidenció no solo interés, sino también una apropiación genuina de los contenidos por parte de los niños, quienes lograron identificar con mayor facilidad qué prácticas pueden afectar su bienestar y qué decisiones son más beneficiosas para su cuerpo. El hecho de que al finalizar el proceso la mayoría haya manifestado intenciones claras de mejorar su alimentación, realizar más actividad física y cuidar su hidratación, habla del alcance que tuvo esta experiencia en tan poco tiempo.
No obstante, pese a los avances observados, es justo reconocer que el estudio presenta ciertas limitaciones que deben tomarse en cuenta. Por un lado, la forma en la que se eligió a los participantes centrándose únicamente en quienes mostraban sobrepeso u obesidad al inicio restringe el valor general de los resultados, ya que se deja fuera una porción importante de la comunidad escolar que también necesita información y prevención. Además, al haberse trabajado solo con dos cursos de primaria, no se tuvo una muestra diversa en cuanto a edades y realidades personales, lo cual podría influir en la manera en que los estudiantes asimilan y aplican lo aprendido.
Por otro lado, el tiempo de duración del programa fue relativamente corto, lo que si bien permitió ver cambios inmediatos, no da lugar a saber si estas mejoras se mantendrán con el paso de los meses. La intervención tuvo un enfoque muy puntual y no se contempló un seguimiento posterior, lo que impide medir con claridad si las ideas y hábitos adquiridos durante las sesiones lograron incorporarse de forma estable en la rutina diaria de los niños. Este aspecto es clave, ya que muchas veces lo que se aprende en poco tiempo puede diluirse sin una guía o refuerzo posterior.
A esto se suma el hecho de que no se controlaron variables externas como el entorno familiar, el acceso real a alimentos saludables o la disponibilidad de espacios seguros para hacer ejercicio en casa. Estos elementos, aunque no formaron parte del estudio, tienen una influencia directa sobre el comportamiento de los estudiantes y podrían haber influido en los resultados. Por último, el número de niños que participaron fue limitado, lo que reduce la posibilidad de extrapolar estos hallazgos a poblaciones más amplias o distintas regiones del país.
Pese a todo lo anterior, se concluye que este tipo de programas sí pueden generar cambios reales en el aula cuando se ejecutan con intención, empatía y claridad. Pero para que sus efectos trasciendan el tiempo y lleguen a ser parte del día a día de los estudiantes, es necesario diseñar acciones continuas, que incluyan no solo al colegio, sino también a las familias y autoridades, creando entornos verdaderamente saludables que respalden lo aprendido en clase.
Conclusión/ Consideraciones Finales
La presente investigación alcanza su propósito central al analizar la efectividad de las estrategias educativas implementadas en el entorno escolar para prevenir el sobrepeso y la obesidad en la infancia. La estructura metodológica empleada respalda la idea de que las intervenciones pedagógicas influyen positivamente en la forma en que los niños comprenden y valoran tanto la alimentación equilibrada como la práctica regular de actividad física.
Los datos recogidos reflejan que el ámbito escolar constituye un escenario idóneo para instaurar comportamientos saludables desde etapas tempranas de la vida. La intervención diseñada se consolida como una propuesta útil para el desarrollo de competencias en salud, fortaleciendo la adopción de estilos de vida más activos y responsables por parte de los estudiantes. El enfoque integrado, que articula contenidos sobre nutrición, ejercicio físico y formación en salud, posiciona a las instituciones educativas como actores clave en la promoción del bienestar colectivo.
Los hallazgos respaldan la hipótesis planteada al inicio, al confirmar la relevancia del rol educativo en la mitigación del exceso de peso infantil. Desde una perspectiva teórica, este trabajo ofrece como contribución la formulación de un modelo educativo adaptable y factible de replicar en otros contextos escolares, con posibilidades de incorporación a políticas públicas orientadas a la salud estudiantil.
Entre las limitaciones observadas, destaca la ausencia de un seguimiento temporal prolongado que permita determinar si los aprendizajes adquiridos se mantienen a largo plazo. También se reconoce la necesidad de extender las futuras aplicaciones a grupos más amplios y variados, tanto en edad como en entorno sociocultural, para consolidar la validez externa de los resultados se propone la inclusión de sistemas de evaluación continua y la articulación con diversos sectores sociales e institucionales, a fin de garantizar la sostenibilidad y el impacto prolongado de las intervenciones en la salud infantil.
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1Estudiante Universitario – Código: 0009-0001-0594-812X
2Estudiante Universitario – Código: 0009-0008-4367-1193
3Estudiante Universitario – Código: 0009-0003-0891-5651
4Estudiante Universitario – Código: 0009-0005-1952-9400
5Estudiante Universitario – Código: 0009-0004-0347-8445
6Estudiante Universitario – Código: 0009-0009-7253-4881
7Estudiante Universitario – Código: 0009-0005-4361-340X
8Doctor Médico – Código: 0009-0001-3435-2771